Los juguetes eróticos son algo casi tan antiguo como la propia humanidad, pero la idea del Satisfyer, es decir, un aparato que proporcione placer mediante impulsos de aire en el clítoris no lo es tanto.
Efectivamente, la idea es de un inventor alemán, Michael Lenke, que ya contaba con más de 100 patentes a sus espaldas cuando leyó que casi la mitad de las mujeres tenían dificultades para llegar al orgasmo y decidió aportar su granito de arena para acabar con dicha situación, y vaya si lo hizo.
Por cierto, no fué casualidad que se inventase en Alemania ya que este país cuenta con la mayor industria de juguetes eróticos del viejo continente. Este dato se debe en gran medida, aunque parezca extraño, a la gran desproporción entre hombres y mujeres ocasionada como resultado de la Segunda Guerra Mundial.
En 2014 inventó el primer prototipo que en realidad era una bomba de acuario modificada al efecto. A partir de esa idea, fue mejorando su invento hasta llegar a los modelos que hoy conocemos.